EL NIÑO COME SOLO
El niño comenzará a comer solo, sin ayuda, cuando le demos la ocasión para hacerlo. Suele manifestar ese deseo pasado el primer año, cuando puede tomar una cuchara y llevarla a la boca sin que se le caiga. Pero es necesario permitirle, con anterioridad, que acerque los alimentos a la boca con sus manos, pues, de no hacerlo, tendrá después mas dificultades con la cuchara.
Cuando manifieste su deseo de querer manejar la cuchara, no debemos negarnos, aunque, simultaneamente, nosotros usemos otra para darle de comer. Así, imitará el movimiento e irá perfeccionando la coordinación "mano-boca".
Progresivamente, se irán poniendo porciones de comida en su cuchara, prestándole las ayudas necesarias pero suprimiéndolas cuando lo creamos conveniente. A los dos años y medio, deberá comer solo.
Al principio, derramará parte de la cucharada, pero eso no debe enfadarnos, ya que forma parte del aprendizaje. Solo así irá perfeccionando el acto.
Consejos prácticos:
- Ponerle un babero grande.
- Colocar un plástico o mantel que cubra la superficie de la mesa.
- Comenzar por alimentos de cierta consistencia para evitar que sea mucho lo derramado y provocar la satisfacción del niño con sus aciertos.
- Ponerle pequeñas cantidades en el plato, para que pueda terminarlo todo y sentirse satisfecho. Si fuese necesario, añadir un poco mas cuando haya terminado.
- Ponerle un poco de agua en un vaso, lo que es un sorbo, repitiendo cuantas veces sea necesario. Así lo haremos hasta que él pueda controlar cada trago
Es aconsejable y educativo que se integre, cuando pueda hacerlo, en la rutina familiar de la comida, pues ello le motivará para ir superando las dificultades y, al mismo tiempo, podrá tomar a los adultos como modelos. Si por motivos de horarios escolares, o por el trabajo de los padres, no pudiera realizarse, aprovechar los fines de semana, fiestas y vacaciones.
Desde el principio, debemos ir inculcando en el niño una serie de hábitos en la comida:
- Acostumbrarle a ir al váter antes de sentarse, para evitar que lo haga durante la comida.
- Colocarle en una silla alta que le permita llegar con facilidad a la mesa.
- Evitar el uso de juguetes que puedan distraerle.
- Dejar que, al principio, coma a su ritmo, aunque termine mas tarde.
- Evitar la televisión o los cuentos cuando se esta comiendo, con el fin de potenciar la comunicación, ya que es una hora muy apropiada para hablar al niño sobre los alimentos, sus características, etc.
- Inculcarle, con paciencia, que sea cuidadoso y limpio, acostumbrándose a que recoja lo que se cae fuera del plato y a que se limpie la boca y las manos. Si se mancha, deberá cambiársele de ropa lo antes posible.
- Lavar los dientes después de las comidas, y las manos, antes y después.
Queremos hacer hincapié en que los hábitos son actos que, por repetición, se convierten en conductas rutinarias. Pero que pueden adquirirse hábitos buenos y malos. Los hábitos buenos darán autonomía y bienestar tanto al niño como a la familia; los malos hábitos solo producen frustraciones e insatisfacciones para todos.
En nuestras manos está lograr adquisición de buenos hábitos por el niño, contribuyendo a un desarrollo saludable y feliz.
Un saludo:
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